Cuando la vida se decide a enseñarte luces en el camino, nadie de por sí detecta que con él tiempo, éstas, poco a poco van cambiando de color, se atenúan, se apaciguan, se disipan, se vuelven confusas...borrosas...con el tiempo no guían, asustan...
Cuando la vida se decide a ponerte personas en medio del camino, uno jamás espera que el cambio con el tiempo sea tan basto, jamás se espera que las personas comiencen a congelarse...a cerrarse, yo sin embargo sigo entregando lo mejor de mí, aunque no sea lo mejor de este mundo. Se ha difuminado también. Cuando las luces y las personas dejan de ser sutiles, cálidas, y el foco comienza a rotar poco a poco...
La ansiedad...agita el corazón, acaba con dolor en el pecho, la respiración se agita...Cuando las luces y las personas no conocen y no se hacen conscientes de la complejidad de la ansiedad...el impacto fantasma de la realidad, poco a poco comienza a esclarecer...que al fin y al cabo, lo más dulce y la mejor compañía es la soledad...porque por muy poquita luz que tenga y por muy silenciosa que sea, siempre sabré que no hay nada que esperar de ella...impacto fantasma...luz tenue y sutil, aclaradora del camino.
