Ahora no existe nada entre mis sueños y mis sentimientos, estoy en medio de la nada, asfixiándome por el poco oxigeno que has dejado en mi vida, como si la propia culpa no fuese suficiente, llegaste huracanada a no dejar nada, con ira y odio, para escocer más aún las heridas, al menos espero que haya valido la pena para calmar la tempestad en tu alma.... si así no fuese, lamento mucho que exista tanta maldad en este universo como para manipular cada una de tus debilidades, para transformarlas en odio puro, del cual tu corazón jamás estuvo hecho.

Ahora me veo y mi reflejo no es más que una rutina responsable que empuja la rueda de mi vida, veo mi reflejo y poco a poco veo mis alegrías hundirse en la oscuridad de mis ojos, veo mi reflejo y veo un rostro cansado, satisfecho de las desdichas que han llegado poco a poco a mi vida, veo un reflejo que aveces sonríe sistemático, para pretenderle a la gente que aun existe una persona normal dentro de esta tormenta, ahora veo mi reflejo y por más que estiro mis brazos no alcanzo la ilusión de la persona vive en mi.
He sentido la necesidad de arrancarme esta piel oxidada y desbaratada, para mirarme a mi misma por dentro, para reencontrarme con las cicatrices del ayer...Para entender que en este mundo hay gente humana, pero que también hay gente mala, que te toma como quiere y te atraviesa el alma, tergiversa mi percepción, entorpece mi reflejo...ahora solo veo demonios...
Ahora que existo entre mis sueños y sentimientos, al fin me siento viva, respirando libre y sin culpas.
ResponderEliminar... podría ser un mejor comienzo.
Ya basta de culpas.